La personalidad de todo individuo tiene que reconocer completa e incondicionalmente que la actividad externa o humana de conciencia no tiene nada propio.

El Maestro Saint Germain nos dice que la así "llamada muerte" es una oportunidad para descansar, ya que es el reafinamiento de las facultades de la conciencia personal, para liberar a los seres del torbellino y discordia de la Tierra.

El llamado "juicio final" tiene lugar en los Salones del Karma, un Templo en el ámbito Etérico.

Toda Energía que sale, regresa al origen de donde surgió, de la misma forma como es enviada o en mayor intensidad.

Mientras el hombre insista en preocuparse y trate de corregir problemas propios y ajenos,
y sólo ponga los ojos en lo externo, esto será un obstáculo en su Evolución Espiritual.

Para que cada ser humano sea "Consciente" de este Plan de Vida, es necesario que por evolución, esté en el momento propicio, que esté listo para el conocimiento de la Verdad.