El final de un Ciclo Côsmico
ESTAMOS EN UNA ERA EN LA QUE GRANDES ENERGÍAS DE AMOR Y SANACIÓN IMPERARÁN EN ESTE PLANETA,
MUCHOS CAMBIOS ESPIRITUALES Y DE CONCIENCIA SE VERÁN NOTABLEMENTE REFLEJADOS EN LA VIDA DE CADA INDIVIDUO
Hay una Gran Rueda Cósmica de progreso que afecta a toda nuestra Tierra.
Ella gobierna la Expansión de la Luz de todo Sistema al cual pertenece este planeta.
Cuando Esa Rueda alcance cierto punto, más cerca de la humanidad, enfocará ciertos Rayos de Energía sobre la Tierra.
Entonces la resistencia hacia un mayor bien, establecida por personalidades mezquinas y egoístas, mentalidades dormidas será como la paja ante un poderoso viento.
Los esfuerzos de aquellos seres humanos serán inútiles y ellos mismos serán obligados a obedecer a un poder más grande que sus propios deseos egoístas.
La Rueda Còsmica permite el envìo de determinados estìmulos espirituales a la Tierra y a la humanidad.
Maestros Ascendidos colaboran de éste hermoso trabajo, Ellos están haciendo un Servicio de Amor al Planeta.
Y las actividades Divinas de estos Grandes Seres estàn determinadas por la Gran Fuente: Dios.
Estas actividades son fundamentales para el avance y desarrollo Espiritual de los habitantes del Planeta Tierra.
Estamos una Era en la que las Grandes Energias de Amor y Sanación imperarán en el Planeta, cambios espirituales y de conciencia se verán notablemente reflejados en la Vida de cada individuo.
El séptimo Rayo ha iniciado su incesante actividad para el levantamiento de la Raza humana.
Siete son los Rayos Divinos que contemplan e irradian la Tierra, cada uno de ellos, dispone de un:
- Gran Director y su complemento Divino,
- un Color,
- un Elohim con su correspondiente complemento,
- y por supuesto una actividad determinada.
Cada Ciclo Côsmico de la Gran Rueda Universal se rige por uno de estos Rayos, actualmente es el SÉPTIMO RAYO o RAYO VIOLETA el encargado de dar su radiaciôn al Planeta, CON MÁS FUERZA QUE NUNCA, dado que es el final de un Ciclo Côsmico.
LA PRESENCIA DE DIOS DENTRO DEL HOMBRE ES LA ESPERANZA DE SU SALVACIÓN PERSONAL FINAL
El Bello, Amoroso y Todopoderoso Padre de toda Vida se mantiene en una actitud constante de Gracia Escuchante, de manera que doquiera que se le invoque, Él puede contestar con una arremetida de su Magna Presencia a través de instrumentos creados y preparados por Su Amor como los cálices de Su Ser.
La Presencia de Dios dentro del hombre es la esperanza de su salvación personal final, así como también la Maestría individual sobre la sustancia y la energía de cualquier esfera en la que se requiera que more su conciencia.
La PRESENCIA "YO SOY" significa, por su mismo nombre, ¡QUE ESTÁ AQUÍ AHORA!
Eso significa que no es algún ser efímero que, en el futuro transformará y transmutará todas las tendencias, condiciones, efectos y limitaciones personales del individuo (usualmente se ha aceptado que realiza Su visitación después de la susodicha "muerte")
La Contemplación de la Verdad de que hay una Presencia en el hombre, capaz de tal transformación y TRANSMUTACIÓN, ahora trae esperanza de GLORIA y PAZ "del dulce más tarde" al Presente.
Jesús dijo:
"El reino del cielo se ha acercado",
El NO dijo:
"El reino del cielo será de ustedes en alguna tierra mística muy... pero muy remota!"
Amados Hijos del Padre, si sus ojos pudieran ver la inminencia de esa Presencia Sagrada cuando sus inocentes cuerpos se levantan de sus camas, y ponen sus pies sobre el sendero del día, comprendan la descortesía del ser externo de mantener a esa Presencia esperando.
Bajo la presión de cosas sin importancia, algunas veces transcurre todo un día, una semana o una vida entera...
¡Y la Presencia de Dios sigue aún esperando la oportunidad para llenar los cálices suyos con Gracia, con Paz, con curación.
